Paternidad a Carcajadas: ¡Menos mal que nos queda Portugal!

Estimado Capitán:

Entiendo que el objetivo de la misión se ha cumplido con creces y supongo que como en nuestro planeta funcionamos por objetivos, y los chavales han salido a pares, igual he hecho saltar la banca y no hay dinero para pagarme. Lo entiendo de verdad, pero por lo menos podría dar señales de vida. Además, si lo piensa fríamente, el éxito de la misión no es cosa mía. En absoluto. Es más de la hembra elegida para el experimento. Sí, es cierto que teníamos todas las variables estudiadas y el trabajo de campo bien interiorizado; de hecho con el aspecto de mi traje terrícola bastante es haber encontrado una pareja que, sin estar bajo los efectos de droga alguna, haya querido aparearse conmigo.

El alcohol no cuenta como droga.

Esta fue la variable que se nos escapó Capitán. ¡Quién nos iba a decir que su útero sería como una piscina de bolas! Todo fertilidad ese manantial de vida.

Vamos con el informe semanal.

Esta mañana hemos tenido que viajar a otro país. Le llaman Portugal. Es un país mucho más civilizado que el nuestro, fíjese usted que hablan su idioma nativo y otros dos, el español y el inglés, perfectamente. Algunos españoles miran a este país como por encima del hombro y lo utilizan solo para comprar toallas. Craso error.

Nos hemos levantado temprano, hemos colocado a los lechones como es debido en el coche y venga a la aventura. En menos de 40 minutos estábamos ya en el país luso. Ojo. Luso significa de Lusitania. Si alguien le dice Capitán: ¿Es usted luso? Se refiere a si es usted portugués. A no ser que el que se lo pregunte sea un chino, claro; entonces lo que le está preguntando es si es usted de Rusia. Ya sé que parece complicado, pero cuando uno lleva un tiempo aquí se va quedando con los acentos y los giros.

Aquí en La Tierra existe una cosa que se llama vacuna. A ver cómo se lo explico. Son tan primitivos que tienen que inmunizar a su descendencia contra un sinfín de enfermedades. Bien por medio de inyecciones o vía oral. Vía oral es lo contrario a vía anal. Bueno, bien pensado, quizás sean vías complementarias, depende de lo que le vaya a usted.

En un mundo ideal los niños de este planeta deberían estar todos debidamente vacunados, sin importar su etnia, su país o su renta, pero aquí hay un refrán que dice que «Del dicho al hecho hay un trecho». Hay otro que dice «La pirola española nunca mea sola», pero a ese la verdad es que no le encuentro hueco en este informe.

Hay una enfermedad muy mala, pero mala a rabiar, que se llama Meningitis B y, aunque tiene nombre de equipo de fútbol italiano de segunda, no es cosa de risa. Hay bebés que mueren por culpa de no estar vacunados y en España, de momento, hay lista de espera. Casi 100 individuos en cada farmacia en la que pregunté, pero aseguran los que mandan que se normalizará, que es una expresión muy de aquí, que significa: «De momento a joderse».

La vacuna ni siquiera es gratis, cada dosis cuesta unos 95 euros. Vamos, que hay que tener ciertos ingresos para evitar problemas de salud. Un médico, colega de los que mandan, compareció hace unos meses en televisión diciendo que estas vacunas no eran gratis y para todos porque la incidencia era poca. O sea que lo que decía es lo siguiente.

«Es mortal sí, pero mata a muy pocos niños, así que total….»

Y este señor era un experto. Imagínese usted el nivel Capitán. Eso sí, después esos mismos señores (los que mandan) se gastan millones en curar enfermedades relacionadas con el tabaquismo, pero los bebés que se fastidien. De momento, y por mucho que digan, en España, como te toque jugar el partido contra la Menigitis B y no tengas pasta…lo pierdes fijo.

Los humanos Capitán, ya sabe usted. Son capaces de lo mejor y de lo peor, pero no se me permite intervenir, solo soy un observador. Ya lo decía Sito Miñanco: «Menos mal que no creo en la violencia que si no os mataba a todos». Además de contrabandista, filósofo.

Total. Que en Portugal muy bien. Nos atendieron con una sonrisa y nos dieron una bolsa para conservarlas fresquitas, como cuando compras camarones en el Hiperxel; después nos paramos a comer en un sitio maravilloso que hay para desayunar y volvimos a España. Y todo en menos de dos horas.

Eso sí, ahora los lechones terráqueos están llorando a lágrima viva, porque no les va nada el tema este de las agujas y las inyecciones. Y es que las vacunas, aunque protegen, les sientan como una pamela a un cura.

Seguiremos informando.

Un saludo a su señora Capitán.

Pd. La ensaladilla que mola es la ensaladilla rusa, no la lusa. Lo digo por si el chino le ofrece algo que comer. Que le aclare bien la procedencia.